El XXII Gran Premio Argentino Histórico, organizado por el Automóvil Club Argentino, hizo una emocionante parada en Jardín América, regalando un verdadero espectáculo automovilístico.
Desde modelos clásicos hasta autos contemporáneos, los participantes recorrieron toda la Mesopotamia argentina en una competencia de regularidad, donde la precisión y el tiempo justo son la clave.
El paso de estas joyas mecánicas no solo despertó la nostalgia, sino que también unió a generaciones en torno a una misma pasión: los autos y el legado deportivo argentino.








