En compañía de su hijo Julio y sus sobrinas Mónica e Ingrid. Fue un momento de charlas y recuerdos que llenaron la tarde de emoción y alegría.
Mariana llegó a la Argentina desde Alemania siendo una niña. Años más tarde regresó a su país natal, pero tomó la decisión de volver y establecerse definitivamente en Jardín América, donde hoy es parte de la historia y la memoria viva de nuestra comunidad.